El miércoles clientes de Sameep del Gran Resistencia y el centro y sudoeste de la provincia fueron sorprendidos por una interrupción en el suministro de agua potable.
La empresa intentó comunicar que se debió a una “intervención” de la UTE encargada de la construcción del Segundo Acueducto del Interior en la planta potabilizadora, que había sido debidamente programada y que era imprescindible para “mejorar la calidad del servicio” y “llevar más agua a chaqueños y chaqueñas”.
Los trabajos se habrían extendido por una semana y obligaron a reducir el volumen de agua distribuido.
No obstante la magnitud del suceso, los usuarios no recibieron advertencia de ningún tipo, por lo que debieron afrontar los inconvenientes lógicos de un día sin agua, agravados por las altas temperaturas.
Por la tarde, Sameep aseguró que el problema estaba resuelto y el servicio se restablecería en cuestión de horas, pero bastante tiempo después la presión del agua en la red era insignificante.
En realidad, la causa del colapso no fue una “intervención programada”, sino otra rotura en un caño maestro de un metro de diámetro en la avenida San Martín, en Barranqueras, en un punto en el que este tipo de inconvenientes se tornaron crónicos. El mismo caño fue reparado en diciembre de 2022.
Así lo había adelantado la Municipalidad que, además, informó que ya había sido transmitido a Sameep.