A días de cumplirse un año de su derrota en primera vuelta en las últimas elecciones gubernamentales ante el radical Leandro Zdero, el exgobernador Jorge Capitanich aún no asimila lo que él mismo llamó en su momento “el mensaje de las urnas”.
En una de sus recientes reapariciones, descalificó la voluntad popular enmarcándola como “destitución”.
“Me banqué que hayan transformado un hecho policial en una operación política para destituirnos, donde el fiscal de la causa es ministro del Gobierno actual, con toneladas de plata para difamar”, dijo, entrevistado por Roberto Espinoza.
Así se refirió al asesinato de Cecilia Strzyzowski, de 28 años, ocurrido el 2 de junio en plena campaña proselitista, por el que están acusados y detenidos su pareja: César Sena, y los padres de éste: los dirigentes sociales Emerenciano Sena y Marcela Acuña, que entonces eran candidatos del Frente Chaqueño de Capitanich.
El exgobernador no sólo apuntó por esto a sus adversarios políticos, sino también a sus propios partidarios: “Hubo fuego amigo, nacional y provincial, para destituirnos y dividirnos para impedirnos ganar”, aseveró.
Según él, esa animosidad en su contra se extiende hasta hoy: “Todo el tiempo me entero de operadores políticos tratando de pagar periodistas para hacer denuncias falsas, dudando o pretendiendo dudar de una moralidad que exhibo con orgullo”, completó, aparentemente, en alusión a la reciente denuncia de un docente de 50 años que lo acusó de haber abusado sexualmente de él en su adolescencia, y al emplazamiento que le habría hecho una dirigente de su espacio para que reconociera formalmente como propio a su hijo de 14 años.
Y para completar, se comparó con Perón: “Tratan todo el tiempo de deteriorar el legado, como lo hicieron con Perón, pero después de 18 años volvió con el 63% de los votos”.
Mientras, resiste al reclamo de dirigentes del Partido Justicialista que consideran que no se puede avanzar hacia un nuevo escenario electoral sin una profunda autocrítica que explique los últimos resultados electorales.