

La Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia condenó al dirigente piquetero Carlos Iván Barraza a 10 años de prisión e inhabilitación perpetua para desempañar cargos públicos al encontrarlo autor penalmente responsable del delito de fraude a la administración pública y peculado de bienes y servicios en concurso real. Esto, en el cierre de una causa en la que fue investigado por más de 30 hechos.
Barraza, líder el Movimiento Trabajo y Humildad, que también se desempeñaba como personal directivo de Sameep, fue el primero de los cabecillas piqueteros estrechamente vinculados al gobierno de Jorge Capitanich, detenido por desviar y apoderarse fondos oficiales destinados a proyecto sociales.
Está preso desde enero de 2024, cuando la gestión de Leandro Zdero llevaba apenas un mes, en el marco de una serie de allanamientos en los que se descubrió que contaba con una fortuna inexplicable en bienes, materiales y herramientas.
El tribunal, integrado por Glenda Vidarte, Natalia Kuray y Julieta Dansey, dispuso investigar a un testigo por la presunta comisión de falso testimonio, y profundizar la investigación en la administración del Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular, creado en la última gobernación de Capitanich, a su presidente Mauricio Andión y a Laura Moreno, responsables de la adjudicación de fondos a la organización de Barraza, y de la certificación de las obras que éste debía ejecutar. Estos funcionarios ya están imputados en otra causa por la misma razón.
El fallo consintió el planteo del fiscal Sergio Cáceres Olivera, y del querellante en representación del Estado: Sergio Funes, que habían solicitado 10 años de cárcel. Mientras el defensor particular Daniel Vilchez había solicitado la absolución del piquetero o una pena mínima.
Un patrullero para Barraza
La investigación del crecimiento patrimonial de Carlos Barraza, develó que, entre otros beneficios, el gobierno de Capitanich le había donado camionetas 4×4 que pertenecían a la Policía del Chaco, previo a declararlas como “bien en desuso” e “improductivo”, a pesar de tener sólo 3 años de antigüedad.






