Por Darío Zarco |
Cuenta don Luis Landriscina que un colimba que quería un fin de semana libre encaró a su superior: “Señor: acabo de recibir una carta en la que me dicen que mi mujer está muy enferma. Necesito ir a verla”. Y el jefe, acostumbrado a rechazar automáticamente todo tipo de excusas, le plantea: “Si le digo que recién se comunicó su mujer diciendo que se encuentra en perfecto estado de salud, ¿qué me diría usted?”. Y, resignado por la caída de su plan, el conscripto contraataca con sinceridad: “Le diría que los 2 somos mentirosos, porque yo no tengo mujer”.
El 19 de marzo, cuando cumplía 100 días de gestión, el gobernador Leandro Zdero decretó el estado de emergencia del sistema sanitario por 6 meses por la falta de insumos y medicamentos en Salud Pública. Una medida doble faz: al frente la cuestión administrativa, y en el dorso la política: el certificado de la crisis en la que asegura haber recibido la salud de manos de su antecesor Jorge Capitanich.
Prima facie, llamó la atención que la declaración de emergencia sea retroactiva al 1 de enero. Por lo que sólo quedaba la mitad del tiempo para resolverla apelando a la flexibilización de los montos y plazos de compras de lo que hiciera falta.
Si la retroactividad hubiera sido un error de redacción del decreto, como ya hubo en varios decretos sensibles, sería muy fácil enmendarlo, pero no se enmendó, y tal cual fue enviado a la Legislatura para su ratificación.
La lógica decía que desde el Frente Chaqueño defenderían la gestión de su líder y conductor negando tal crisis o atenuando su gravedad, sin embargo la admitieron en todos sus términos. Y se consolaron denunciando que la emergencia proponía volver al 1 de enero para encubrir un descontrol administrativo ya consumado en Salud al que el ministro Sergio Rodríguez, al intentar defenderse, le puso la firma.
Pero los diputados opositores sorprendieron al proponer otro viaje en el tiempo: declarar el estado de emergencia por los mismos motivos que el Gobernador pero a partir del 1 de abril. El proyecto ingresó el 4 de abril y recién intentaron aprobarlo el martes 30 en una sesión especial e improbable por la falta de quórum, un día después de que el oficialismo aprobara el suyo.
Al decir del colimba de Landriscina: “Los 2 somos mentirosos”.
Tarea para la casa: en proyectos de ley de este tipo, evaluar la conveniencia de prever su aplicación “a partir de la vigencia de la presente…”.