100 días de gestión: Zdero decretó la emergencia sanitaria por falta de insumos y medicamentos

El gobernador Zdero denunció la "pesada herencia" en Salud Pública y decretó la emergencia retroactiva al 1 de enero.

El gobernador Leandro Zdero decretó este martes el estado de emergencia sanitaria del sistema de Salud Pública por la falta de insumos y medicamentos.

La medida se extenderá por 6 meses pero, llamativamente, la cuenta comienza el 1 de enero de 2024, ergo: su aplicación sería retroactiva, algo improbable considerando que la emergencia habilita una serie de hechos administrativos que ya no se pueden realizar en el pasado, a menos que estos ya hayan sido ejecutados, lo que implicaría irregularidades, principalmente en los topes de montos en compras directas y licitaciones.

Al fundamentar su decisión, alegó el crítico estado en que recibió el sistema sanitario provincial al asumir la gobernación.

En un extenso documento, señala que la administración de Jorge Capitanich vació los depósitos de insumos y medicamentos, que el stock real no coincidía con los registros digitales del mismo, que realizó una cantidad innumerables de licitaciones por montos multimillonarios sin las previsiones presupuestarias correspondientes, lo que llevó a que los trámites se extendieran más de lo conveniente y generaran desabastecimiento.

A esto le añadió la interrupción de la cadena de pagos a proveedores, por lo que el monto de las deudas era prácticamente inconmensurable.

Y completó que, en este marco, en lo que va de su gestión debió afrontar múltiples inconvenientes que lo obligaron a decidir compras directas para atender las demandas de medicamentos e insumos más urgentes.

Tampoco hay médicos

La falta de insumos y medicamentos no es todo. También escasea el recurso humano en todo el sistema, principalmente en el interior provincial.

Recientemente, el mismo Zdero dijo que la convocatoria Más Salud, para la contratación de profesionales de todas las áreas no tuvo el éxito esperado, ya que los médicos no aceptan cargos en hospitales y centros de salud de El Impenetrable, donde el panorama es realmente desolador.