La mañana de este viernes murió el bebé nacido el último miércoles en el baño de una concesionaria de Resistencia y que fuera abandonado por su madre en el cajón de un armario.
Su madre: Evelyn, de 20 años, había pedido ingresar al baño mientras su padre: Juan Caros Pulzoni, jefe comunal de la localidad santafesina El Rabón, negociaba la compra de un vehículo.
Ella salió del baño sin hacer comentarios y esperaba sentada en el auto cuando un empleado del local descubrió al recién nacido en un cajón, cubierto por cables y papeles. Pidieron una ambulancia y llamaron a la Policía.
En principio lo creyeron muerto, pero fue reanimado por un policía y trasladado en un patrullero al Hospital Pediátrico y desde ahí derivado al Perrando. Se trataba de un “prematuro extremo”, de unas 26 semanas de gestación; ingresó con algo más de 800 gramos pero su peso descendió.
Desde el primer momento los médicos graficaron el enorme riesgo que corría su vida, en cuidados intensivos, con respirador y su estado general sumamente complicado por la falta de maduración de sus órganos, las condiciones del parto y las lesiones que había sufrido al nacer.
El padre de la joven madre dijo que toda la familia ignoraba el embarazo y había asegurado que asumirían la situación con la responsabilidad que corresponda.
Tras la muerte del pequeño, la fiscal Rosana Soto instruyó nuevas pericias, entre ellas la práctica de la autopsia de rigor.