La dirigente social Marcela Acuña, detenida imputada de partícipe necesaria del femicidio de su nuera Cecilia Strzyzowski, inició la tercera huelga de hambre, esta vez para protestar contra el impedimento judicial de reunirse con su esposo, el líder piquetero Emerenciano Sena, imputado igual que ella, y su hijo César, considerado autor del crimen.
Ella está alojada en la Unidad Penitenciaria 1, de Mujeres, en el barrio Don Santiago, mientras César y Emerenciano permanecen en la Alcaidía.
Un año atrás había logrado que la jueza María Pereyra accediera a la revinculación mediante visitas periódicas semanales. Se reunieron el 14 y 21 de diciembre de 2024, pero el plan fue abortado por la queja del Equipo Fiscal Especial y la querella, que alegaron que el contacto implicaba un riesgo para el proceso.
En abril de este año hubo Emerenciano y César volvieron a cruzarse en un contacto con sus abogados. Éste episodio les valió un sumario a los guardias por permitir la violación de la restricción.
Ahora, en una carta dirigida a la jueza Dolly Fernández, que dirigirá el juicio por jurados, Marcela aboga por retomar un régimen de visitas entendiendo que la clausura de la investigación penal preparatoria y la elevación a juicio dan por superada la etapa de riesgo señalada por los fiscales.
En principio aspira a reunirse con su hijo el próximo 14 de diciembre, día de su cumpleaños, y mantener con él encuentros cada 14 días.
Y en el caso de su esposo pide visitas de 3 horas cada 2 semanas.
