El último lunes la Policía detuvo a Héctor Alejandro Aguirre, de 32 años, asistente del entrenador de fútbol infantil del Club Social y Deportivo Zona Sur, en el allanamiento a su vivienda de la calle Fortín Warnes 2300, en Resistencia.
Había sido acusado de acosar sexualmente y solicitar fotos y videos íntimos a uno de los niños del club, más precisamente el hijo del mismo entrenador. La denuncia fue presentada por la madre del nene de 12 años.
A raíz de esta situación, se supo que el hombre detenido organizaba “pijamadas” con los chicos en su casa. Y al menos 7 padres denunciaron inmediatamente éste había abusado sexualmente de sus hijos, de entre 9 y 12 años, en alguno de estos encuentros en los que dijo que asegura que incitaba a los niños a desnudarse y masturbarse con él mientras les exhibía películas pornográficas.
Tras el escándalo, el presidente de la Comisión Directiva del Club: Juan Miranda, convocó a la prensa y a los socios a una conferencia en la que pretendió despegar a la institución de los aberrantes hechos denunciados.
Contó que el sujeto detenido por abuso y grooming no relación de ningún tipo con Zona Sur, al que llegó acompañando al entrenador y que por ser amigo de éste fue “ganando confianza” y “entrando de a poco” hasta convertirse en su ayudante de campo, pero que lo hacía vocacionalmente.
“Nunca nos había pasado una cosa así. Uno cree que nunca le va a pasar, pero nos pasó”, dijo, y en el afán por defender la reputación de su club y la suya propia, realizó una tremenda denuncia al asegurar que ocurren muchos casos que simplemente no salen a la luz: “Esto pasa en todos los clubes, pero todo el mundo lo tapa”.
Después, al exponer la situación frente a los socios, rompió en llanto, consolado por los entrenadores que lo flanqueaban, uno de ellos amigo del abusador y padre de una de las víctimas.