La noche del jueves se reunió por primera vez la “mesa política” del Frente de Todos convocada por el presidente de la Nación y del Partido Justicialista: Alberto Fernández, con el objetivo de definir las “reglas” de la interna hacia las elecciones presidenciales.
Alberto pretendía debatir exclusivamente cuestiones electorales, pero el kirchnerismo forzó la inclusión de la “proscripción” de la vicepresidente Cristina Fernández como tema central.
Según este discurso, la vicepresidente está proscripta por el “poder real, los grupos económicos y los medios hegemónicos”, versión que se acentuó de boca de la propia Cristina el día que fue condenada a 6 años de cárcel por corrupción e inhabilitada para siempre para desempeñar cargos públicos; sentencia que recién podrá aplicarse cuando la sentencia quede firme.
Ese día, ella aseveró que no sería candidata a nada, y que el 10 de diciembre “Magnetto podría ordenar a sus esbirros de la Cámara de Casación y de la Corte Suprema”, que la metan “presa”.
No obstante, en el documento emitido tras el encuentro, el oficialismo insiste en que la vicepresidente está proscripta, excepto el gobernador de Chaco: Jorge Capitanich que en un acto fallido admitió que simplemente fue Cristina quien decidió apartarse de las listas.
“Una estrategia para evitar la proscripción de Cristina, eso significa un plan de acción y obviamente una comisión a los efectos de lograr que ella desista de la voluntad de no participar como candidata”, dijo al salir de la reunión, sobre el plan a seguir. Y reiteró: “Hay una comisión que va a hablar con ella”.