El río Paraná experimentó una abrupta bajante en los últimos días, pasando de 4,40 metros el pasado 10 de mayo, a 2,38 este lunes 20, registrados en el hidrómetro de Prefectura Naval Argentina en el riacho Barranqueras.
La caída de la cota genera múltiples inconvenientes para la navegabilidad y las operaciones del Puerto Barranqueras y todo el complejo portuario sobre el riacho.
El impacto de la bajante también se evidencia en las tomas de agua de las plantas potabilizadoras del acueducto, con una merma sustancial de la cantidad captado y en la calidad de la misma.
Esto se traduce inmediatamente en una reducción del volumen potabilizado y en un proceso de potabilización más costoso.
Así se agrava el problema de la falta de agua potable que afecta periódicamente a vastas zonas de en el Gran Resistencia y el interior provincial.
Sameep atribuyó los cortes en el suministro de agua de la última semana a trabajos de mantenimiento en las plantas potabilizadoras y el sistema de bombeo.
Emergencia hidrometeorológica
La Administración Provincial del Agua advirtió sobre una inminente etapa con bajas precipitaciones y una bajante pronunciada de los ríos Paraná y Bermejo que podría derivar en la escasez de agua potable.
Paralelamente, recomendó adoptar medios alternativos para la provisión de agua para consumo humano.
Frente a esta situación, el gobernador Leandro Zdero decretó el estado de emergencia hidrometeorológica hasta septiembre, y puso a disposición del organismo un presupuesto especial para hacer frente a la contingencia.