Por Darío Zarco |
El boleto gratuito para docentes que obligatoriamente viajan todos los días de un pueblo a otro para trabajar fue y sigue siendo carnada electoral.
Desde la oposición los diputados radicales presentaron insistentemente proyectos de ley para instituirlo definitivamente, pero no lograron el aval del oficialismo digitado por el entonces gobernador Jorge Capitanich.
Hasta que en octubre de 2022 Capitanich se enroló en la idea que presentó como suya e implementó a medias.
En 2023, ya haciendo foco en su reelección y apenas iniciado el ciclo lectivo, capitalizó definitivamente por decreto los proyectos opositores para la creación del Boleto Docente Gratuito que seguían cajoneados. Lo llamó “Vamos a enseñar”.
Los diputados radicales, entre ellos el actual gobernador: Leandro Zdero, despotricaron por la apropiación de la idea y el aprovechamiento político de Capitanich que lo promocionaba como una generosa decisión de su parte y una reparación histórica para los trabajadores docentes. Para ellos, el boleto debía ser ley para cubrirlo de los antojos y decretos del gobernador de turno, ávido de demagogia.
Ahora desde el oficialismo, Zdero podría retomar la idea original, evitar el provecho político promocionándolo como una generosa decisión de su parte y una reparación histórica para los trabajadores docentes. Fundamentalmente porque no tiene de qué ufanarse, ya que el nuevo “Vamos a enseñar” es el mismo “Vamos a enseñar” de Capitanich, que sigue expuesto a los antojos y decretos del gobernador de turno, ávido de demagogia.
“Prometí y lo voy a cumplir”, dijo. Pero su promesa del boleto ya estaba cumplida.