El gobernador Jorge Capitanich describió el robo de medidores de agua como uno de los delitos imparables para el sistema de seguridad. “Tenemos que frenar el robo de medidores y de cables”, dijo días atrás en Presidencia Roque Sáenz Peña al lanzar el “Plan Integral de Seguridad”.
Para él, se trata de una organización criminal que involucra no sólo a los ladrones, sino también a las empresas que comprar los aparatos de manera ilegal. Y, lo más preocupante, consideró que esto ocurre con la “complicidad de funcionarios de estamentos estatales de todos los niveles”.
Ahora Sameep alertó por primera sobre este “delito que afecta al servicio de agua como a los usuarios”.
La empresa aseguró que “intensifica acciones para mitigar el robo de medidores de agua”, aunque no precisó en qué consiste esa mitigación.
Y que paralelamente, “ejecuta acciones para reponer los dispositivos robados”, pero sin aclarar que la reposición del aparato cuyo precio de mercado ronda los 70 mil pesos, corre por cuenta del usuario.
Sólo en lo que va del año, según los registros de Sameep, se denunció el robo de 1800 medidores, a los que hay que agregar una cifra no determinada de robos que no fueron denunciados.
Las víctimas de estos delitos deben, en primer lugar, denunciarlo ante la unidad policial de la zona. Y reportarlo a Sameep al 0800444031, o presentar una copia de la denuncia a través de Mesa de Entradas para que se arbitren las medidas para recomponer el sistema y evitar pérdidas de agua.
Los medidores y sus conectores son robados por sus componentes de bronce que son vendidos a las chacaritas a razón de 1500 pesos el kilo, lo que equivale al 1% de su valor en las ferreterías.