La tarde del viernes el Indec difundió el índice de inflación de marzo: 7,7%, lo que llevó la inflación del primer trimestre del año a 21,7%, y la de los últimos meses a 104,3. Estos datos sorprendieron incluso al ministro de Planificación, Economía e Infraestructura: Santiago Pérez Pons, que esperaba un porcentaje “muy negativo” de 5,9.
Ante la aceleración de la suba de precios, los gremios Utre Ctera, Sadop y Atech solicitaron acortar los plazos de la implementación de la cláusula gatillo para actualizar los salarios al ritmo de la inflación.
Estas adecuaciones fueron previstas para junio y septiembre, casualmente los meses de las elecciones primarias y generales en la provincia. Pero para los gremios esto no es suficiente para sostener el poder adquisitivo del salario.
Es porque la aplicación trimestral de la cláusula gatillo no permite recuperar el porcentaje perdido a manos de la inflación en los 3 meses anteriores.
Además del adelantamiento de la actualización salarial, exigen “profundizar” las medidas para la recomposición salarial que compense el poder adquisitivo ya perdido.
Estos gremios aceptaron sin reproches la oferta de pauta salarial del Gobierno y firmaron su conformidad en paritarias. Pero el golpe de la inflación impulsó su arrepentimiento.
