El 29 de diciembre de 2024 José Carlos Alegre, un albañil de 29 años, participaba como arquero en un partido de fútbol en una cancha del barrio 120 Viviendas, de Fontana. En un momento irrumpió en el lugar Adrián Cabral, cabo primero del Servicio Penitenciario Provincial, de 34, uniformado y empuñando una pistola 9 milímetros, y sin mediar palabras le disparó en la pierna izquierda.
El herido fue asistido por sus amigos y después trasladado al hospital Perrando, de Resistencia. Su agresor se retiró tranquilamente y poco después fue detenido en su lugar de trabajo.
Alegre había sido pareja de la hermana de Cabral, y en el último tiempo éste supo que además mantenía una relación con su mujer. Y esto último fue lo que lo llevó a atacarlo a tiros.
Al penitenciario se le inició una causa por “lesiones graves”, más el agravante por el uso de un arma de fuego. Sus abogados solicitaron su libertad bajo caución real y el fiscal Francisco Asís de Obaldía Eyseric fijó una fianza de un millón de pesos.
Mientras reunía el dinero para cumplir el trámite, el cuadro de Alegre se agravó y sufrió la amputación de la pierna izquierda. Por esto, su representante: Ítalo Suligoy, solicitó revisar la medida, por entender que el agravamiento de la lesión en cuestión incide directamente en la responsabilidad del imputado.
Sin embargo, tras depositar el dinero, el cabo primero Cabral fue liberado.
