Alfredo “Capi” Rodríguez, delegado regional a ANSES, resumió la marcha de la investigación que lleva adelante el fiscal federal de Presidencia Roque Sáenz Peña: Carlos Amad y que reveló el otorgamiento irregular de pensiones y otros beneficios durante el gobierno anterior.
Entrevistado por Gustavo Ramela, en Radio Visión, dijo que la tasa de discapacidad en la provincia era récord, no sólo comparada con otros distritos, sino incluso con ciudades que sufrieron de lleno el impacto de la segunda guerra mundial.
En este marco, consideró fundamental regularizar esta situación para optimizar los recursos y lograr el proósito del organismo.
Pero el universo de “planes” no fue lo único que llamó su atención al asumir. Dijo que rápidamente detectaron que no sólo se distribuían beneficios de manera discrecional apropiándose de la caja de la seguridad social como una caja política del gobierno anterior, sino que habían convertido a la Anses en un “refugio de ñoquis”.
Según estimó, “el 40 por ciento del personal cobraba puntualmente sus salarios pero jamás iba a trabajar”.
Y para dimensionar esto, dijo que el mismo jefe regional, su antecesor: Agustín Áleman, se incorporó definitivamente como personal de planta y se asignó una remuneración mensual superior a los 2 millones de pesos. Y que, además, para evitar ir a trabajar, se designó “paritario”.
“Es ñoqui”, remató.