La mañana de este miércoles la Policía del Chaco desplegó otro operativo en la laguna Seitor, en Resistencia, a metros del lugar donde el 1 de junio pasado fueron hallados los restos de Johana González, de 30 años, que había desaparecido el 21 de mayo después de dejar su casa en Villa Oro, en Fontana.
Por este crimen está detenido su expareja: Mario Barrientos, acusado de asesinarla, descuartizarla y arrojarla a la laguna.
Trascendió que un llamado anónimo informó sobre la posibilidad de que los de Johana no hayan sido los únicos restos descartados en esa laguna, y habría aportado además las coordenadas precisas.
Así, se logró el hallazgo de bolsas con huesos que, a simple vista, se puede interpretar que serían de una data anterior al crimen, y las dimensiones de algunos de ellos indicaría que corresponden a un animal. Ahora se aguarda un informe preliminar que permita determinar su origen con mayor precisión.
El hecho de que hayan sido arrojados a la laguna a sólo metros de donde Barrientos descartó las partes del cuerpo de Johana, alimenta suspicacias y surgen hipótesis sobre la suerte que pudieron correr otras personas desaparecidas, de las que aún no hay rastros.
Entre otros, surgió el nombre de Jemina Aguirre, desaparecida de su casa del barrio Santa Bárbara, en Fontana, el 2 de diciembre de 2021, de quien los investigadores no pueden hallar rastros. El abogado Pablo Vianello, que representa a la familia de Johana, reparó en las coincidencias.