El servicio de recolección de residuos sigue pendiente a casi un mes de la llegada de Roy Nikisch a la intendencia de Resistencia, a pesar de haber prometido la normalización del mismo en pocas horas el día de su asunción.
Una vez en el cargo, atribuyó la interrupción de la recolección a la gestión de su antecesor: Gustavo Martínez, y denunció que la Municipalidad adeudaba 500 millones de pesos a la empresa concesionaria.
Más allá de esas expresiones no hubo novedades significativas en el tema.
Mientras, la basura sigue acumulándose en las esquinas en verdaderos “minibasurales” que en los barrios se conforman en las mismas calles y en muchos casos ya están prácticamente consolidados.
Estos basurales considerados “espontáneos” generan consecuencias en el tránsito, en la salud de la población y podrían hasta derivar en anegamientos si el agua de lluvia arrastra los residuos taponando desagües, algo que ya ocurrió en otras oportunidades.