El Club Atlético Sarmiento no está pasando un buen momento. La derrota electoral de su presidente: el gobernador Jorge Capitanich, significó un antes y un después en su economía basada en el aporte de fondos oficiales.
Sin poder repetir su mandato como gobernador, Capitanich renunció a la presidencia del Club y la Comisión Directiva decidió no renovar los contratos de varios jugadores de fútbol, y abandonó la Liga Nacional de Básquet antes de iniciar el torneo.
Ahora busca todas las alternativas posibles para hacer frente a la situación, por ejemplo: alquilar por hora el Estadio Centenario, a razón de 2 mil pesos por jugador, para los típicos picaditos al salir del trabajo o simplemente para quienes quieran ir a “patear” un rato.
Hasta acá el Decano había acumulado boletas impagas de Secheep sin preocuparse demasiado, pero la luz ya no es gratis. Por eso la cancha sólo se alquila de día.
Y como no se trata de desvestir un santo para vestir otro, también hay que cuidar el pasto, por lo que sólo se permitirá jugar con zapatillas.