El río Paraná creció 30 centímetros desde el mediodía hasta la medianoche del jueves y llegó a 5,80 metros en el Puerto Barranqueras, y se estima que antes del próximo registro, a las 12 de este viernes, supere la barrera de alerta de los 6 metros.
La creciente ya obligó a evacuar a decenas de familias ribereñas de Puerto Vilelas y Barranqueras.
Las consecuencias también impactan en el barrio San Pedro Pescador, en Antequera, a la vera de la cabecera chaqueña el puente interprovincial General Belgrano.
En ese punto, creciente tras creciente, la costa retrocedió cientos de metros en las últimas 2 décadas, y el río devotó además instalaciones comunitarias y viviendas.
Para resolver esta cuestión el Gobierno prometió en reiteradas oportunidades construir las defensas definitivas, una obra que fue licitada durante el segundo gobierno de Jorge Capitanich, pero no se ejecutó y volvió a licitarse durante la gestión de Domingo Peppo, pero el proyecto también fracasó.
Finalmente a mediados de 2021 comenzó a ejecutarse un tramo de 350 metros, la primera de las 2 etapas en que fue dividida la obra.
La segunda etapa fue licitada en febrero de este año y los trabajos debían comenzar en marzo para, a esta altura, estar concluidos. Sn embargo, a pesar de los anuncios, la obra sigue pendiente.
A este ritmo es probable que cuando el Gobierno decida iniciar la construcción, ya sea demasiado tarde, teniendo en cuenta los dramáticos efectos de la presente creciente que aún está lejos de su pico pronosticado.
La madrugada de este viernes el impacto del agua sobre la barranca, desmoronó un importante volumen de tierra y arena, llevándose varios árboles y dejando a algunas viviendas a centímetros de ser arrastradas por el río.
El tramo afectado es precisamente el que debía protegerse con la segunda etapa de la defensa, para la que se destinaron 543 millones de pesos, que ya debía estar concluida pero aún no se ejecutó ni uno de los 300 metros.