La tarde del martes 18 de julio un Cessna 210 Turbo Centurión II con matrícula boliviana CP 3123, capotó en un camino rural unos 6 kilómetros al norte de Avia Terai. La Policía encontró dentro del avión 324 kilos de cocaína de máxima pureza.
Según los testigos, 2 personas abandonaron la avioneta y se alejaron del lugar a bordo de una camioneta gris o azul.
Casi una semana después los pilotos no aparecen y el avión sigua tumbado en el mismo lugar, vigilada por policías, y no parece haber novedades en la causa.
Algunos medios atribuyeron al juez federal de Presidencia Roque Sáenz Peña: Ricardo Mihanovich la versión sobre 3 detenidos de los que aún no estaba muy interiorizado. Pero las detenciones fueron rápidamente desmentidas.
Ahora se supo que el magistrado aguarda la reincorporación de la jueza federal de Resistencia: Zunilda Niremperger, para definir quién continuará con la causa, ya que, al parecer, el avión podría estar involucrada en otra causa en la que ella investiga vuelos ilegales.
La situación es muy distinta en Bolivia: las autoridades allanaron rápidamente hangares en el aeropuerto El Trompillo, en Santa Cruz de la Sierra, y la casa del propietario de la aeronave: Nilo Limón Terrazas, y detuvieron a 3 personas ligadas a la aeronave.
Se supo que el avión no había sido robado, sino que despegó con toda la documentación en regla desde El Trompillo hacia otro aeropuerto local, pero al arribar a destino no volvió a reportarse ni informó su salida de territorio boliviano. Su último registro fue en un aeródromo privado de Río Negro, en el límite tripartito de Bolivia, Brasil y Paraguay.
Había sido secuestrado por la Justicia boliviana el 23 de mayo pasado cuando se detectó que realizó un vuelo irregular, al aterrizar en Puerto Suárez, cerca del límite con Brasil, casualmente, el lugar donde se perdió el rastro del Cessna 206 LV KEY robado en Navidad en el Aeroclub Chaco, de Resistencia.
Fue peritado pero la fiscalía interviniente no encontró indicios que lo vincularan al narcotráfico, por lo que el 28 de junio fue devuelto a su dueño.
Tras el siniestro en Chaco, investigan al fiscal que dirigió la investigación sin resultados, ya que no habría cumplido con los protocolos prescriptos en este tipo de casos.
Mientras, Terrazas no aparece. El plan de vuelo solicitado consignaba que el piloto sería Veymar Enrique Valdez Moya, del que tampoco se conoce paradero.