El Ministerio de Seguridad y Justicia admitió el secuestro de chalecos antibalas pertenecientes a la Policía del Chaco en allanamientos realizados recientemente en el marco de la investigación de varios robos violentos.
El asalto a un comerciante en la esquina de las avenidas Wilde y Rivadavia, en pleno centro de Resistencia, y el ocurrido en el barrio 500 Viviendas de Barranqueras, en el que fue baleado el exsubjefe de la Policía: Víctor Capomasi, son 2 de los episodios investigados.
El Gobierno dijo haber detenido ya a los principales implicados en estos robos, pero no aportó información de ningún tipo sobre los procedimientos, los elementos secuestrados, ni sobre los detenidos.
A raíz de la desconfianza que despiertan los partes oficiales sobre el tema, volvió a la carga contra la sociedad y los medios de comunicación para que se valgan exclusivamente de información oficial.
Al respecto, aseveró que los chalecos secuestrados fueron adquiridos por la provincia en 2006, y puestos en servicio inmediatamente. Y agregó que ya no estaban en uso, pero desconoce cómo fueron a parar a manos de la delincuencia, por lo que se instruyó un sumario administrativo para determinar responsabilidades.
Dependiendo del uso y el compuesto con el que fueron fabricados, estos chalecos tienen una vida útil de entre 5 y 10 por lo que vencieron entre 2010 y 2015, es decir, durante las gobernaciones anteriores del actual gobernador Jorge Capitanich.
El protocolo indica la destrucción de los chalecos vencidos, lo que significa que estos fueron retirados de la Policía antes de vencer o no fueron oportunamente destruidos.