Marcela Acuña se compara con Cristina: Ella, Emerenciano y yo somos totalmente inocentes

Marcela Acuña entiende que ella y Cristina Fernández, como Emerenciano Sena y Jorge Capitanich, son blanco de una persecusión política ordenada por el poder económico concentrado.

La dirigente social Marcela Acuña, titular de la agrupación Mujeres al Frente, del Movimiento Socialista Emerenciano, está detenida imputada de partícipe necesario en el femicidio de Cecilia Strzyzowski, en la misma situación que su esposo, el líder piquetero Emerenciano Sena, causa que tiene como principal imputado al hijo de ambos: César Sena, pareja de la víctima.

Desde su lugar de detención envió una carta abierta expresando su solidaridad con la expresidente Cristina Fernández, condenada a 6 años de prisión por hechos de corrupción durante su gobierno, sentencia que fuera confirmada recientemente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Y alentó: “Les pido a las compañeras, sean o no peronistas, que hagan lo mismo”.

Desde su perspectiva, ella y Cristina son víctimas del mismo “discurso político penal que el poder empresarial ha instalado” como “método de criminalización para todo lo que signifique oposición, usando la difamación, generando mediáticamente un proceso penal paralelo, señalando a personas inocentes como culpables” con el fin de encarcelarlos como “trofeo de batalla”.

Comparando, dijo que no hay diferencias entre lo que ocurre con ella y Emerenciano, y la situación que atraviesa la expresidente. Y entre los que considera puntos en común, subrayó “la total inocencia”, y que los 3 tienen “el mismo enemigo” que los condena: los medios de comunicación empresariales, el Poder Judicial político y mediático, que los convirtió en “enemigos de la sociedad”.

Y apunta al presidente de la Nación: Javier Milei, y al gobernador Leandro Zdero como los ejecutores de un plan para “montar una escena jurídica dentro del escenario político” para mostrarse como “justicieros” instalando a través de los medios y de las redes sociales una versión sesgada para imponer un proyecto político”.

Para Marcela Acuña, el plan es “destruir símbolos, dirigentes y todo lo que sea opositor”, y el poder no les perdona que hayan “desafiado sus reglas”, como lo hicieron Cristina y también Jorge Capitanich con su “gobierno popular”.

La carta concluye sin mencionar el motivo de su detención, mientras avanzan las audiencias preliminares del juicio por jurado que tendrán que afrontar no sólo ella, su esposo y su hijo, sino también 4 de sus colaboradores más estrechos, las parejas de Fabiana González y Gustavo Obregón, y Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, sindicados por los fiscales como los encargados de limpiar la escena del crimen y hacer desaparecer el cadáver de Cecilia.