

El 19 de abril de 2024 Shi Long fue hallado descuartizado dentro de un tambor de 200 litros dentro de su propio supermercado Oriental, en Campo Largo.
La Policía llegó hasta ahí a partir de la denuncia de vecinos que escucharon disparos y gritos de una mujer. La comisión policial encontró el local cerrado, algo que se presumía normal para esa hora del día.
A la mañana siguiente el supermercado no abrió sus puertas, lo que llamó la atención de los investigadores que regresaron y descubrieron la dantesca escena, en la que secuestraron el arma de fuego utilizada para dar muerte a Shi Long y una amoladora y un cuchillo ensangrentados, con los que fue descuartizado.
Todo apuntaba a su tío y socio: Chen Bangyao, que acababa de llegar de China y con el que mantenía una serie de diferencias. A esto se sumó la versión de la pareja del sospechoso: Yulan Shi, que lo acusó del crimen y de haberla encerrado para evitar testigos, y dijo que también temió ser eliminada.
Después de una serie de inconvenientes por la falta de intérpretes, esta semana enfrentó un juicio por jurado en Presidencia Roque Sáenz Peña, con Rodolfo Lineras como juez técnico. El imputado fue representado por el defensor oficial Simón Bosio, mientras Ramiro Cabaña actuó como querellante, en nombre de los familiares de la víctima.
A su turno, el imputado dio su versión de los hechos, y aseveró que Shi Long fue asesinado por Yulan Shi, y que después lo amenazó para obligarlo a reducir el cadáver.
Al parecer, su relato convenció al jurado, que lo consideró “no culpable”, lo que equivale a la absolución.
Tras el veredicto, anunció que volaría hacia Buenos Aires y, desde ahí, a China.
La resolución del caso sorprendió a la sociedad que consideraba probado el crimen, que ahora quedó impune, y surgieron múltiples miradas críticas al sistema de juicio por jurado.






