Por Darío Zarco |
Quedó corto. El ministro de Planificación, Economía e Infraestructura: Santiago Pérez Pons, sintió culpa por su pesimismo al estimar un índice de inflación de marzo muy negativo, en torno al 5,9%. Fue 7,7. Y ahora sabemos que la canasta básica subió 9% el mes pasado y 120 el último año.
Todo esto a pesar de la denodada lucha del Gobierno de Todos en defensa del poder adquisitivo del salario de “los chaqueños y las chaqueñas”. Una generalización que se volvió una tocada de culo teniendo en cuenta que la mitad de los chaqueños no tiene salario, y la mitad que lo tiene no llega a fin de mes.
Todos los días el Gobierno se ufana de arremangarse para enfrentar a la inflación. Pero su arma predilecta, o la única, es subsidiar descuentos para clientes del Nuevo Banco del Chaco con tarjeta de crédito Tuya. Otra tocada de culo.
Alguien que no puede parar la olla jamás recibirá un crédito para comprar comida, ni del NBCH ni de ningún otro, porque el negocio de los bancos va en el sentido contrario, y el del Gobierno, evidentemente, también.
Y le da otro empujón a la bola de nieve: invita a pagar la deuda con Secheep endeudándose con el NBCH. Una confesión brutal: si un asalariado con tarjeta de crédito no puede pagar la luz, ¿qué queda para el 50 y pico por ciento de pobres?
Y los descuentos oficiales en útiles escolares también son exclusivos para clientes del NBCH.
Y desde este jueves, gracias al Gobierno, se pueden comprar pasajes de Aerolíneas Argentinas con la Tuya, sin interés. Y como el aeropuerto de Resistencia está cerrado, te llevan gratis hasta el de Corrientes, como si alguien que puede fiarse un vuelo necesitara un aventón.
La lógica dice que debería ser al revés. Pero no importa. Desde un avión la pobreza se ve así de chiquita, casi no se ve.
(Diría el 10) Que la sigan chupando.
