La mañana de este martes Ezequiel Miner, un niño de 7 años, fue rescatado sin vida del riacho Barranqueras.
Sus padres dijeron que había salido a las 8 rumbo a la casa de su abuela, pero supieron que no llegó y tampoco regresó, por lo que salieron a buscarlo.
En la búsqueda escucharon que un nene había caído al riacho. Acudieron al lugar y descubrieron que se trataba de Ezequiel. Su padre y un vecino lo sacaron del agua pero ya estaba muerto.
Un vecino, de 13 años, dijo que lo había encontrado en la vereda de la casa de su abuela y lo invitó a pasear a caballo. En un momento él decidió arrojarse al agua para refrescarse, en inmediaciones de la arenera, mientras el pequeño permanecía en la orilla.
Pero en un momento lo perdió de vista y al buscarlo lo vio sumergirse en una zona más profunda, junto a muelle, que funciona como recinto de refulado.
La fiscalía inició una causa caratulada “muerte dudosa”, e instruyó la práctica de la autopsia de rigor y una serie de pericias para determinar la causa y la data de la muerte. Paralelamente, fueron convocados varios testigos.