“Durante la gestión anterior de Capitanich el PJ estaba cerrado. Y no sólo eso sino que querían institucionalizar el frente y dejar afuera al partido”, recordó el exgobernador Domingo Peppo describiendo algunos aspectos de la interna del Justicialismo chaqueño, durante una entrevista con Roberto Espinoza en Radio Independencia.
Para él, el peronismo no está atravesando un buen momento después de las derrotas tanto a nivel nacional como provincial, y recientemente se sumó otra frustración con el rechazo de la lista encabezada por el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que buscaba disputar la conducción partidaria con la expresidente Cristina Fernández.
Peppo adhirió a la candidatura de Quintela a la presidencia del PJ con la intendente de Barranqueras: Magda Ayala como candidata a vicepresidente primera, por entender que encarnaba una propuesta federal. Desde su perspectiva, una elección interna hubiera dinamizado y fortalecido al peronismo.
Y entiende que el mismo proceso hubiera tenido su correlato a nivel provincial, algo que finalmente no ocurrirá. Por eso considera que hay que habilitar a la mayor brevedad posible instancias de diálogo para “reconstruir” el partido.
“El peronismo no es sólo el kirchnerismo, o La Cámpora”, dijo al diagnosticar que buena parte de la dispersión que impera en el PJ se genera porque “muchos sectores activan permanentemente mecanismos de autodefensa”. Y recordó que esa actitud dejó al PJ fuera de las elecciones nacionales de 2017. “Cuando yo era presidente del PJ no tuvimos los votos y un grupo decidió que seamos representados por Unidad Ciudadana que sacó 90 mil votos y perdimos las elecciones con Aída Ayala”, repasó.
“Hay que replantear ese criterio de que yo la tengo más larga y por eso impongo las condiciones y no me importa nada. Hay que abrir el partido y escuchar”, pidió, apuntando, aunque tácitamente, a Capitanich, que interpretó que como el Frente Chaqueño superó en las elecciones de 2023 a Todos Unidos de Peppo y la Corriente de Expresión renovada que lidera Gustavo Martínez, entre otras versiones electorales peronistas, podría considerarse que la interna ya fue superada. “Justamente el fracaso en la búsqueda del consenso derivó en el surgimiento de otros espacios”, graficó.
Aunque dijo estar convencido de que esta vez ese proceso se va a dar, no se mostró muy optimista, por lo que, mientras madura la idea, salió por su cuenta a “caminar la provincia para escuchar”, convencido de que “la dirigencia está muy cuestionada y atraviesa una crisis de representatividad”, desde los punteros, pasando por las líneas intermedias, hasta los que, como él, tuvieron mayores responsabilidades en la conducción de un proceso que terminó en derrota electoral.
Las elecciones legislativas del próximo año, a su entender, podrían servir de “entrenamiento” camino a la construcción de una alternativa que pueda disputar la gobernación en 2027, pero considera que debería mediar un “desprendimiento” de quienes ya desempeñaron roles importantes, que deberían limitarse a acompañar a nuevos nombres propios.
“Deberíamos ser gestores de ese encuentro que necesita el peronismo, que debe ser amplio, no sentarnos entre cuatro paredes”, planteó, y sugirió a todos los actores una infusión de “tilo, tilo, tilo, para poder hablar con sinceridad, reconocer los errores y hacer autocrítica sin que nadie se enoje”. Porque, según él, “hay gente que se enoja cuando escucha algunas cosas”.