Minutos antes de la medianoche del pasado 6 de junio, el conductor de un camión Volvo realizó una mala maniobra al girar en la rotonda de la autovía Nicolás Avellaneda y la avenida Sabín, en Resistencia, lo que derivó en el vuelco del acoplado cargado de cobre, bronce, aluminio y otros metales reciclados.
Lo que parecía un incidente de tránsito, cambió de dimensión cuando la comisión policial que acudió al lugar reportó las características de la carga y Secheep denunciara que al menos parte de ella sería el producido de robos a la red de distribución de energía de la empresa.
El camionero Exequiel Tomei, de 32 años, y su acompañante Lucas Servini, de 23, ambos domiciliados en la ciudad correntina Bella Vista, fueron detenidos al intentar acreditar la carga con documentación apócrifa. De acuerdo al remito, el camión provenía de Seco, en la provincia de Santa Fe, pero el punto de partida resultó inexistente.
Al cabo de una semana de investigación, el último viernes se realizaron varios allanamientos: el más importante de ellos en la chacharita Los Quebrachales, en la avenida Alvear al 3000, donde fueon secuestrados casi 40 millones de pesos, y otros en una vivienda particular y 2 estudios jurídicos y contables que funcionarían como usinas de la documentación para el transporte de estos metales, entre ellos el del abogado Wettstein, asesor de la Asociación de Transportistas.
Tras los allanamientos, la fiscal Ingrid Wenner dispuso detención del titular de Los Quebrachales: Javier Armando Usatorre, dirigente de la Asociación de Transportistas de Cargas de Resistencia. Y libró el pedido de captura internacional ante la sospecha de que el empresario haya huido a Paraguay, donde también tendría negocios.
Los investigadores creen estar frente a una organización dedicada a la captación y reducción de metales robad o de dudosa procedencia, que se transporta a otros puntos del país donde se concentra la carga y se exporta a Brasil, Paraguay y Bolivia.