Mario Barrientos, de 42 años, único detenido por el asesinato y descuartizamiento de Johana González, de 30, fue llevado la mañana de este jueves ante la fiscal Nelia Velázquez, a prestar declaración de imputado.
Tras ser impuesto de los cargos y las pruebas que obran en el expediente, se abstuvo de declarar.
Al salir, su defensor: Juan Ignacio Moreno, dijo que no está conforme con la imputación y que aguardará la incorporación de nuevas pruebas.
Mientras, adelantó trazos de la estrategia para intentar morigerar su situación, como la solicitud de una pericia psiquiátrica que determine si Barrientos está en sus cabales, y aseguró que no está probado que éste y la víctima hayan sido pareja, con lo que pretendería alejar la figura de femicidio.
Johana desapareció el 21 de mayo. Su madre radicó la denuncia el 23. Barrientos, considerado su pareja, admitió en una declaración testimonial que ella lo visitó en su casa. El sábado 1 de junio los investigadores lo reconocieron en grabaciones de cámaras de seguridad arrojando bultos a la laguna Seitor, a pocos metros de su domicilio.
En las bolsas encontraron partes del cuerpo de Johana. Recién entonces se libró la orden de detención y fue atrapado el último domingo en Corrientes. Se había practicado cortes en las muñecas en un presunto intento de suicidio.