La madrugada de este domingo un hombre de 20 años ingresó al hospital Perrando con una herida de bala en el pie izquierdo. Dijo que había sido atacado por ladrones en la intersección de la avenida Nicolás Rojas Acosta y la calle Brown, frente al mismo hospital.
Fue examinado por los médicos que diagnosticaron el orificio de entrada con proyectil alojado, y se retiró mientras evaluaban la posibilidad de darle el alta hasta programar una intervención para extraérselo.
Cuando los efectivos policiales apostados en el Perrando fueron a interrogarlo sobre el hecho y para que formalizara la denuncia, ya no lo encontraron. Por eso lo buscaron también en su domicilio pero no recibieron respuesta.
En este marco, considerando lo escueto de su relato y la actitud asumida, no descartan la posibilidad de que el disparo haya sido autoinfligido.
