A 2 meses de asumir la gobernación, le cayó a Leandro Zdero la primera cuota de la deuda en dólares contraída por Domingo Peppo en 2016 y que Jorge Capitanich pateara para adelante.
El Gobernador ya había dicho que la Provincia no tenía caja para afrontar este vencimiento, por lo que solicitó a la Nación un adelanto de coparticipación que, indefectiblemente, tarde o temprano, impactará en las cuentas.
“Zdero desactivó otra bomba de Capitanich”, tituló el sitio oficial del Gobierno del Chaco lo que automáticamente se interpretó como una buena noticia.
Tanta fue la emoción de los comunicadores que no escatimaron ceros al cuantificar el monto del artefacto desactivado (al menos por el momento), que terminó en 37.800 millones de dólares.
Pero lo que parecía una proeza digna de un superhéroe terminó reducida a la milésima parte cuando advirtieron que la deuda en realidad no era de 37.800 sino de 37,8 millones, más precisamente: 37.750.000 dólares.
El número fue corregido rápidamente, pero la involuntaria y explosiva exageración ya había corrido como reguero de pólvora y nos tenía a todos cuerpo a tierra.