A una semana del final de su gobierno con más de 150% de inflación y más del 40 por ciento de los argentinos por debajo de la línea de pobreza, Alberto Fernández puso en duda al Instituto Nacional de Estadística y Censos, el organismo oficial encargado de las mediciones..
“Me cuesta creer que la pobreza supere el 40%”, dijo, y puntualizó su desconfianza en que “es poco creíble que haya trabajadores registrados con salarios por debajo de la línea de pobreza”.
“Si esto es así, significa que algún sindicalista no hizo el trabajo que debía”, fundamentó, despegándose de la crisis y relativizando la importancia de las políticas y medidas económicas en esta situación.
Para él, no debería haber trabajadores registrados pobres. “No puede ser porque las paritarias siempre estuvieron abiertas. En mis 4 años de gobierno jamás cerré las paritarias ni les puse techo”, se defendió.
Para completar, envió un mensaje a su mentora, la vicepresidente Cristina Fernández, quien dijo que “nos está pasando algo que nunca antes había pasado durante un gobierno peronista: tener trabajadores en la pobreza”.
“No entiendo a los que dicen eso. No se de dónde lo sacan”, remató Alberto Fernández.