La creciente del río Paraná no se detiene y este lunes la cota del hidrómetro en el Puerto Barranqueras superó los 6.70 metros, más de 20 centímetros por encima el nivel de evacuación.
La situación se tornó desesperante para quienes deben indefectiblemente abandonar su lugar y buscar un sitio seguro, y es todavía más grave en el caso de los pobladores de la isla Santa Rosa que no cuentan con demasiadas opciones y corren el riesgo de perder todo.
En esa situación están los pequeños productores ganaderos que emprendieron la ardua tarea de rescatar sus animales bovinos, muchos de ellos de gran porte, a bordo de pequeñas canoas a través del riacho Barranqueras hacia algún lugar seco en la costa de Barranqueras o Puerto Vilelas.
Varios rodeos fueron agrupados en el último palmo seco con la expectativa de que cese la creciente pero rápidamente el agua los alcanzó.
Desde ahí, sin más alternativa, los terneros son cargados en las canoas mientras vacas y toros pesados son “remolcados” a nado con riendas ceñidas a las astas, y reunidos nuevamente en un estrecho corral improvisado a la vera de la avenida Río Paraná.