El precio de los combustibles subió a primera hora del lunes un 3% en Buenos Aires y las provincias centrales, y como ya es común, la remarcación llegó al 6% en el norte el país. Esto, a pesar del tan promocionado congelamiento de precios que debía extenderse hasta el 31 de octubre.
A esto se suma ahora la escasez en todo el país.
El faltante que ya se evidenciaba desde hace algunos días, se agudizó y los consumidores forman largas colas en estaciones de servicio de todas las marcas.
La demanda fue impulsada por el temor a la falta de reposición que se cumplió, algo que ya es un hecho y se evidencia en las “mangueras cruzadas” en los surtidores.
Este paisaje se repite en Resistencia y las principales ciudades del interior provincial y la situación es peor en las estaciones de la petrolera estatal YPF que ya están cerradas.
El Gobierno nacional atribuyó la situación al incremento de la demanda por el último fin de semana largo y quienes sospechaban que tras las elecciones del último domingo habría otro aumento y buscaron adelantarse.