El 25 de diciembre un grupo de hombres robó un avión Cessna 206 en el Aeroclub Chaco, en Resistencia. Despegaron y volaron hacia el norte, atravesando la provincia de Formosa y Paraguay, para aterrizar en Bolivia, muy cerca el límite con Brasil.
El pasado miércoles, 24 días después, 5 personas irrumpieron en el Aeroclub Villa Ángela y se llevaron otro Cessna 206, pero cuando apenas habían volado unos 7 kilómetros, el aparato se precipitó y estrelló, incendiándose, en medio de un sembradío. Todos murieron.
Ambos hechos fueron cometidos por la misma modalidad y en horas de la madrugada, por lo que no se descarta que se tratara de la misma banda de mecánicos y pilotos capaces de operar este tipo de aeronaves y que tenían en mente más robos.
Por el momento, a partir del aporte de un familiar, sólo fue identificado Abel Vera Quiroga, ciudadano paraguayo. Y se avanza en las tareas para dilucidar la identidad de los otros 4, mediante el análisis y cotejo de material genético, ya que sus restos terminaron irreconocibles.
Por las características comunes de ambos casos, no se descarta que las 5 personas muertas en Villa Ángela hayan sido también las autoras del robo del avión en Resistencia, y que hayan hecho “inteligencia” con colaboración local.
La Policía de Paraguay informó a los investigadores de los robos en Chaco, que en ese país ocurrieron recientemente unos 5 episodios similares. En todos los casos se presume que los aviones fueron destinados a operaciones de bandas narcos en toda la región.