Una familia de Barranqueras sufrió una tragedia en Basail, adonde habían ido a pasar el fin de semana: Julián Romero, de 3 años, murió ahogado al caer accidentalmente a una pileta.
El pequeño fue rápidamente auxiliado por sus tíos que lo trasladaron al hospital local, donde los médicos practicaron infructuosamente maniobras de reanimación durante más de 2 horas.
Su madre, en ese momento, estaba trabajando en Resistencia.
Al parecer, el niño se había despertado y salió a caminar sin que los mayores lo advirtieran.