El yategate, como se conoce el escándalo que estalló el fin de semana con Martín Insaurralde, el jefe de Gabinete del gobernador bonaerense Axel Kicillof, copó la agenda en la recta final hacia las elecciones presidenciales.
El funcionario, intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia, se había tomado unas suntuosas minivacaciones con la modelo Sofía Clérici en Marbella.
La escapadita incluyó hotel de lujo, un yate de unos mil euros la hora, regalos de exclusivas y costosas marcas para su compañera de viaje, entre otros detalles que se conocieron gracias a publicaciones de ella en las redes sociales.
Todo el arco opositor y envidioso, disparó críticas de todos los calibres y presentó denuncias contra el funcionario pidiendo que se investigue de dónde saca el dinero.
Kicillof no pudo amortiguar el golpe y terminó echándolo.
Y el domingo sus contendientes le tiraron el tema al ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria: Sergio Massa, en el debate.
El caso dio la vuelta al mundo y pasó por Miami, donde Messi, que tiene más tiempo para mirar la tele porque anda entrenando poco por una lesión, se enteró y se puso como loco.
El mejor del mundo no quiere que Argentina, tierra de Diego y Lionel ande en boca de todos y exigió que el protagonista del escándalo haga lo que tiene que hacer. Y al toque, Insaurralde, que se estaba haciendo rogar, renunció a su candidatura a concejal en Lomas de Zamora.
Así lo publicó el diario Norte, que no nos va a mentir.