La dirigente social indígena Vanesa López fue detenida en febrero de 2021 después de que se descubriera que comercializaba camiones repletos de mercadería asignada por el Ministerio de Desarrollo Social para familias del barrio Toba. Pero fue rápidamente liberada por estar cursando un embarazo de alto riesgo. En la misma causa fueron detenidos su marido: Walter Liba, y Hubo Moreno, dueño de un supermercado de Las Garcitas que había comprado la carga.
Además, en marzo pasado el fiscal Patricio Sabadini solicitó la elevación a juicio de la causa en la que se le imputa presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito, disparada por la inexplicable posesión de 8 vehículos, entre ellos algunos de alta gama, más 4 a nombre de su marido y 2 de su hermano, entre otros bienes que no podrían adquirir con su nivel de ingresos.
En medio del escándalo la dirigente se jactaba de tener contacto directo con el gobernador Jorge Capitanich, algo que el gobierno desmintió insistentemente.
Sin embargo, este miércoles participó de una reunión en la Casa de Gobierno con autoridades de varios Ministerios y otros referentes de comunidades originarias, y en un momento abandonó el encuentro para dirigirse al despacho de Capitanich donde tendría agendada una audiencia.
En la puerta fue descubierta por varios periodistas que intentaron tomarle una foto y fueron agredidos por ella. Puntualmente se abalanzó sobre Carlos Prette, del portal Infoqom para arrebatarle el celular con el que la había grabado. Al parecer la ofuscó no poder mantener en reserva su visita a la gobernación.