Raúl Solís, de 47 años, murió este viernes por las quemaduras y traumatismos sufridos el último lunes cuando explotó un tambor de 200 litros que estaba cortando, en una vivienda de la calle Gutemberg 535, en Resistencia.
Con una amoladora, intentaba dividir en 2 un tacho de combustible para construir cestos de residuos. Pero no tomó el recaudo de evacuar totalmente el contenido y los gases que se encendieron con las chispas y provocaron la explosión. Su pareja: Beatriz Benítez, de 43, que estaba muy cerca, también fue alcanzada.
Ambos fueron trasladados al hospital Perrando, donde él recibió el diagnóstico de “gran quemado”, y permaneció en terapia intensiva hasta este viernes, cuando falleció. Ella sigue internada con quemaduras graves.