
La madrugada de este jueves, Fernando Gaúna, de 33 años denunció la desaparición de su padre: Rogelio Gaúna, de 65, con quien había intentado contactarse infructuosamente durante la última semana al no poder hallarlo en su casa del barrio Vélez Sársfield, en la zona oeste de Resistencia.
De inmediato se desplegó un operativo de búsqueda con la intervención de varias unidades.
En ese marco, una comisión encabezada por un efectivo policial, vecino del hombre buscado, fue la encargada de inspeccionar la casa las inmediaciones. Ahí entrevistaron Marcos Antonio Gaúna, hijo de Rogelio, de 27, domiciliado ahí mismo.
Éste, desde el inicio de la charla, dio distintas versiones sobre el paradero de su padre, lo que generó sospechas en el personal policial, que le solicitó ingresar a la vivienda, a lo que accedió.
Instantes después, descubrieron que Rogelio estaba muerto, escondido en una heladera.
Ante la evidencia, Marcos admitió haberlo matado, ahorcándolo, el jueves pasado en medio de una discusión cuando su padre le recriminó el robo y la venta de todos los bienes del hogar para adquirir estupefacientes.
El confeso autor del crimen fue detenido inmediatamente por orden de la fiscal Candela Valdez, pero la investigación se amplió y también ordenó la detención de su pareja: Evangelina Zarandon, de 37 años.
Ahora se relevan grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona para dilucidar las circunstancias que rodearon al crimen y si hubo otras personas involucradas.
Mientras, el cadáver fue remitido al Instituto de Medicina y Ciencias Forenses del Poder Judicial para la práctica de la autopsia de rigor que permita determinar fehacientemente la causa de la muerte.







