Las últimas lluvias en toda la cuenca del río Paraná generaron un repunte de la cota pasando de la bajante más crítica desde que se tienen registros, cayendo hasta los 2 centímetros, a acercarse peligrosamente al nivel de alerta por creciente.
El 8 de febrero pasado el hidrómetro de Prefectura Naval Argentina en el Puerto Barranqueras registró 2,42 metros el 8 de febrero, y la medianoche del martes 7 de marzo ya había trepado a 5,41: sumó 2,99 en 27 días.
El último pico significativo en prácticamente 4 años de bajante por sequía se dio el pasado 27 de octubre, cuando el hidrómetro midió 4,89 metros. En todo este tiempo la cota sólo se elevaba por la apertura de las represas hidroeléctrica Itaipú y Yacyretá para posibilitar la navegación de las barcazas con cargas de exportación provenientes de Paraguay.
Ahora todas las miradas se centran en la escala que fija el nivel de “alerta” a los 6 metros, y el de “evacuación” a los 6,50.