La congregación del Pastor Ledesma inauguró el último fin de semana el Portal del Cielo, el mayor tempo del país, en la zona sur de Resistencia, con una “Convención Mundial” de pastores evangélicos, entre los que se destacó la figura del apóstol Guillermo Maldonado y, para rematar, la del Presidente de la Nación: Javier Milei.
En ese marco, Maldonado, interactuando con el anfitrión ante una decena de miles de fieles, le pidió que recordara la anécdota de cómo 100 mil devaluados pesos que tenía traspapelados en una caja de seguridad se convirtieron en 100 mil florencientes dólares.
Nobleza obliga: no habrían sido 100 mil sino 96 mil que, tratándose de pesos, la diferencia es un vuelto, pero convertidos a dólares es una linda platita.
Ledesma dio fe del “milagro de la convertibilidad”, que él, que conoce el paño, no dudó en atribuir a la gracia de Dios, que si ya tenía antecedentes de haber multiplicado panes y peces, tranquilamente podría multiplicar sus ahorros.
El pastor pudo haber jugado callado y hacerse el sota como cualquier pecador raso, pero en su honestidad, dio testimonio y terminó metiendo en problemas al altísimo que ahora está sospechado de lavado de dinero.
El lavado, como se sabe, es una maniobra terrenal para que el dinero que desaparece de un lugar aparezca en otro, y que parezca que acá no pasó nada.
Ahora los abogados que representan al Señor y a su siervo ante la Justicia terrenal estarían estudiando una serie de hipótesis contrafácticas para hombres de poca fe, como ciertos fiscales federales: “¿Y si hubiera sido al revés, o si el milagro hubiera ocurrido durante el 1 a 1? Los que hablan ahora, ¿dónde estaban cuando Menem lo hizo a 2 manos?”.
Mientras, se supo que la mayoría de los billetes estadounidenses eran cara chica, o sea que tampoco es para tanto.
