

El mediodía del viernes 3 de enero, 2 Toyota: una Hilux y una SW4, evadieron un control policial en la ruta nacional 11, en el acceso a Colonia Benítez, por lo que fueron perseguidas por la Policía por caminos rurales de Colonia Amadeo.
Ahí fueron abandonados, repletos de cigarrillos de contrabando, y sendos conductores escaparon internándose en el monte, efectuando disparos contra los policías.
Uno de prófugos: Pablo Antonio Garay, formoseño de 31 años, fue atrapado en Campo Rossi poco después, y el otro: Augusto Vargas Portillo, conocido como “Gordo Tato”, paraguayo, fue capturado la madrugada siguiente en la colectora de la autovía de la ruta 11.
Ahora, la SW4 pasó a integrar la flota de la Policía del Chaco, al servicio de la Dirección General de Investigaciones Complejas.
Banda internacional
Una semana antes de aquel episodio, otros contrabandistas se tirotearon con la Policía en la cabecera chaqueña del puente interprovincial General Belgrano después de evadir un control en el barrio San Pedro Pescador, de Antequera.
Días después las camionestas fueron secuestradas en el interior provincial.
Se trataba de una banda internacional dedicada al contrabando de cigarrillos, entre otras cosas, que utilizaban puntos estratégicos de la provincia como nodos de distribución.