El jefe de la Policía el Chaco: Ariel Acuña, reconoció que la fuerza no tiene recursos logísticos ni humanos para enfrentar situaciones como el secuestro de las camionetas y la ambulancia del fin de semana pasado en El Sauzalito.
“Ante un hecho de flagrancia la Policía debería intervenir, pero eso hubiera empeorado las cosas porque eran 10 o 12 policías, ampliamente superados en número”, describió.
Además de no contar la Dirección de Zona Interior Castelli con la cantidad de efectivos necesarios, estos están dispersos en todo El Impenetrable para intentar prevenir hechos de violencia en las múltiples protestas con cortes de ruta.
Esto quedó dramáticamente expuesto la tarde del sábado en el asalto a la comisaría de Misión Nueva Pompeya, cuando unas 200 personas armadas con palos y machetes irrumpieron con el objetivo de linchar al hombre detenido por la desaparición del adolescente Salustiano Giménez, ocurrida el 12 de febrero.
La turba copó el edificio policial destrozando mobiliario, patrulleros, una moto y un automóvil particular, amenazando y golpeando a los policías que quedaron librados a su suerte pero que no abandonaron su puesto.
Aunque no hubo informes oficiales al respecto, los corrillos aseguran que los revoltosos se apoderaron de varias armas.
Horas después, la ministra de Seguridad y Justicia de la Provincia: Gloria Zalazar, brindó una conferencia de prensa para repudiar la concatenación de hechos de violencia y anunciar que había pedido auxilio a Gendarmería Nacional, que acudiría a la zona con una veintena de efectivos.