Minutos después de las 22 del martes, un joven de 23 años fue interceptado en la intersección de las calles Sauce y Boggio, por un ladrón armado con una pistola que pretendió asaltarlo.
La víctima gritó y los vecinos acudieron en su auxilio.
A pesar del peligro que representaba el delincuente armado, fue rápidamente reducido y le propinaron una tunda.
Para sorpresa de los justicieros, el maleante rompió en llanto y gritando “Ay, ay, ay”, clamó que no le pegaran más.
Los vecinos le dedicaron gruesos epítetos y le advirtieron que la próxima vez que intente alguna de sus fechorías en el barrio, todo sería peor.
Fue identificado como Rubén Darío Almada, de 19 años, domiciliado en el barrio San Antonio, de Resistencia.
Una comisión de la Comisaría Tercera de Barranqueras, lo detuvo.