La siesta de este lunes 2 apicultores que transportaban varias colmenas a bordo de una Toyota Hilux, sin las medidas aconsejadas para ello, fueron sorprendidos por una densa columna de humo que emergía de una de las pilas de cajones cuando circulaban por Margarita Belén.
Se vieron obligados a detener la marcha y advirtieron que ya estaba declarado un principio de incendio, por lo que estaban decididos a descargar las colmenas para evitar que el fuego alcanza al vehículo.
En ese momento recibieron la ayuda de transeúntes y un comerciante, testigos de la situación, que aportaron matafuegos para sofocar las llamas.
Los apicultores, ataviados con la indumentaria propia del oficio, lograron apagar los cajones encendidos y evitar un mal mayor, sobre todo teniendo en cuenta que todo ocurrió a metros de una estación de servicio.
Producto del incremento de la temperatura, la cera se derritió y la miel comenzó a fluir y derramarse en la vía pública.
Si bien la cera de abejas es considerada inflamable de “bajo riesgo”, los especialistas advierten que su combinación con otros productos podría incrementar ese riesgo y arder a temperaturas menores.