El Bombardier Challenger 300, matrícula LV-GOK, propiedad de la familia de Jorge Brito, titular del Banco Macro y presidente del Club Atlético River Plate, despistó cuando pretendía aterrizar en el aeropuerto de San Fernando, en Buenos Aires, la siesta de este miércoles, proveniente de Punta del Este.
Los testigos vieron que “entró pasada” de velocidad a la pista y no logró aminorar la marcha lo suficiente como para realizar una maniobra en tierra. Tras el despiste, salió del aeropuerto y se estrelló contra una vivienda, e inmediatamente se incendió.
En el siniestro murieron las únicas 2 personas a bordo: el piloto Martín Fernández Loza, de 46 años, y el copiloto Agustín Oforte, de 35.
La jueza federal 1 de San Isidro: Sandra Arroyo Salgado, está al frente de la investigación de la tragedia.
Una de las hipótesis es que los pilotos hayan sufrido algún tipo de descompensación, presumiblemente por la inhalación de algún gas, o, en otro sentido, que el avión haya sufrido una falla mecánica que no habían advertido hasta ese momento clave.
Los cuerpos de ambos fueron retirados alrededor de las 21. Y autoridades civiles decidieron demoler la vivienda del impacto por riesgo de derrumbe.