El exgobernador Jorge Capitanich volvió a asombrarse cómo “de la noche a la mañana”, tras la asunción de Leandro Zdero como gobernador, desaparecieron las protestas sociales y los cortes de calles y rutas que caracterizaron por años a su gestión, tanto que Resistencia se ganó en los buscadores el mote de “capital del piquete”.
Tal es su asombro que en una oportunidad llegó a felicitar a Zdero.
Ahora volvió sobre el tema con una duda: por qué desaparecieron los piquetes.
Comparando, dijo que, al margen de sus críticas a los métodos con los que el Indec releva la pobreza y la indigencia, observación que hizo “150 mil veces” ante el propio organismo, los indicadores actuales son peores que durante sus 3 gobiernos.
“Lo cierto, y nadie puede negar, es que tenemos indicadores sociales adversos, pero cuando tuvimos muy buenos indicadores, principalmente entre 2008 y 2015, la verdad es que las movilizaciones de distintos sectores sindicalizados y no sindicalizados, de movimientos sociales, era parte de la latencia existente de una sociedad en conflicto que quiere mejorar”, repasó, entrevistado por Sebastián Acosta en Radio Independencia.
“Pero de la noche a la mañana observamos algo que es increíble: frente a estos indicadores adversos nadie protesta”, observó.
Y en el mismo sentido les llamó la atención: “Los albañiles, los obreros de la industria de la construcción y la Uocra, ¿no van a protestar?; los trabajadores que quedaron desempleados o aquellos movimientos sociales, organizaciones, ¿no van a protestar?”.
“Qué raro que no existen manifestaciones de carácter social”, insistió escéptico. Aunque, a su criterio, encontró la explicación: “O eran alianzas estratégicas de otros sectores para desestabilizar nuestra gestión de gobierno, o existía una complicidad o connivencia de todo un articulado del poder judicial”. Y remató: “Es un tema para preguntar”.
Hay movimientos y movimientos
Capitanich pidió “diferenciar los movimientos sociales que pudieron haber cometido algún hecho que amerite algún cuestionamiento de carácter legal, de los que trabajaron y trabajan en comedores comunitarios y la construcción de viviendas y veredas, que generaban ingresos para mucha gente”.
Paradójicamente, los convenios firmados con organizaciones sociales para la construcción de viviendas y veredas fueron observados por la Justicia que la última semana ordenó la detención de uno de sus funcionarios: el expresidente del Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular, Mauricio Andión, y de la arquitecta María Moreno, su mano derecha en la administración de ese organismo, imputados de corrupción.