La tarde del sábado una vecina del barrio Aipo, de Las Breñas, llamó a la Policía después de que un jovencito llamara a su puerta para ofrecerle un bulldog francés “cachorrito”.
Lo que le había llamado la atención era que el perrito tenía el hocico muy largo y que se parecía mucho a un lechón. “De chiquitos son así”, le habría dicho el vendedor.
Mientras, una pequeña productora denunciaba el robo de 2 cerdos de aproximadamente 10 días de su granja del barrio Quinta 93.
Una comisión policial patrulló la zona y encontró a un adolescente de 17 años intentando vender un animal, el otro ya tenía nuevo dueño.
La Policía recuperó los 2 cerdos y los devolvió a la damnificada.
En su descargo, el adolescente detenido dijo que no había robado nada sino que mientras caminaba ufano advirtió que era perseguido por los cerdos como si fueran perritos, y que él sólo aportó el aspecto comercial de la idea sin contradecir su autopercepción.