¿Apuestas ilegales en el Festival de la Chacarera del Monte?

Las apuestas sólo pueden ser tomadas con supervisión de Lotería Chaqueña, pero al parecer el desbordante entusiasmo llevó a los apostadores a la informalidad | Claudia Panzardi

El último fin de semana se desarrolló con singular éxito el Festival de la Chacarera del Monte Impenetrable en el paraje 4 de Febrero, en la zona rural de Miraflores, en un predio de la familia Nievas.

Además de la danza, la música y el canto, hubo otros entretenimientos para los tantos visitantes que llegaron al lugar, entre ellos carreras cuadreras, con una modalidad a la vieja usanza: como bien se dice que “en la cancha se ven los pingos”, los paisanos presumían su flete, se desafiaban y marchaban a la gatera para sacarse las ganas.

También se tiró la taba. El juego, que antiguamente había sido prohibido para evitar discusiones que en muchos casos pasaban a mayores, en Chaco fue rehabilitado por ley, de autoría del exdiputado Martín Nievas, justamente uno de los anfitriones el evento.

Autorizar o prohibir un simple juego que consiste en tirar un hueso al suelo parece una exageración. Pero “hecha la ley, hecha la trampa”.

La norma instituye a Lotería Chaqueña como autoridad de aplicación de la taba. Sólo puede ser organizado por entidades sin fines de lucro, que deben solicitar autorización, en días festivos o vísperas de estos.

Lo más importante, tanto en las carreras de caballos como en la taba, corren apuestas. En este caso, Lotería debe constituirse como ente fiscalizador, se fija la relación entre la apuesta y los premios, se registran las apuestas, se retiene un canon y demás cuestiones que hacen a la “legalidad”, todo atentamente custodiado por la Policía.

Pero, al parecer fue tal el entusiasmo que los parroquianos se inclinaron por la informalidad y blandían sus billetes en ambas manos, lanzando su desafío a gritos, y los contrincantes depositaban su “parada” en el suelo.

Entre quienes probaron su pulso estuvo la intendente de Laguna Blanca, y exdiputada: Claudia Panzardi. No se sabe si los gauchos apostaron más a su suerte o a su culo, pero en las fotos que compartió se los veía muy animados.