El Segundo Acueducto del Interior fue una promesa del entonces presidente Néstor Kirchner en 2004, en un acto en Presidencia Roque Sáenz Peña. Pero el proyecto se demoró y la obra recién fue licitada en 2009. Y los trabajos comenzaron 2 años después.
Desde entonces hubo varias inauguraciones “parciales”, principalmente en medio de escenarios electorales y como parte de las campañas proselitistas.
Según el 3 veces gobernador Jorge Capitanich, al finalizar su segundo mandato la obra tenía un avance del 85% pero se paralizó cuando asumió el gobierno su partidario Domingo Peppo, durante la presidencia de Mauricio Macri. Y recién fue retomada durante su tercer gobierno. Sin embargo, la gestión de Peppo dijo haber recibido la obra en un 65%, al renegociar el financiamiento.
El 7 de diciembre de 2023, 2 días antes de abandonar el cargo tras ser derrotado por Leandro Zdero en primera vuelta, Capitanich encabezó, rodeado de unos pocos funcionarios, un modesto acto de inauguración de las instalaciones de la toma de agua y la planta de potabilización en Barranqueras, dando por concluidas las obras.
No obstante, un relevamiento realizado en el marco de la reactivación de la construcción de instalaciones pendientes, determinó que el avance de obra ronda el 80%.
Entre otros detalles, de las 6 bombas de la toma sólo una está en servicio, incluso no se puede disponer de toda la capacidad porque no cuentan con el suministro eléctrico correspondientes. Y la infraestructura de la planta potabilizadora está incompleta, faltan puentes grúa y algunas piletas que deberían estar cubiertas fueron construidas a cielo abierto.
El ministro de Infraestructura: Hugo Domínguez, estimó en unos 60 millones de dólares la inversión pendiente para finalizar el Segundo Acueducto del Interior. Para esto, dijo que llevan adelante varias gestiones ante el Gobierno nacional y analizan la factibilidad de otras fuentes de financiamiento.